lunes, 6 de septiembre de 2010

Adultez es...

En un ser humano, se dice que es adulto cuando ya ha dejado la infancia y adolescencia por alcanzar su completo desarrollo físico. Es una etapa de estabilidad relativa y de vigor físico.



La experiencia vivencial combinada con las características físicas e intelectuales y las posibilidades de estudio, laborales y sociales, etcétera, hacen de cada uno de nosotros un ser único; y los rasgos definitorios pasan de los aspectos cuánticos como: a los tantos meses debe medir y pesar según una tabla específica, cuántas palabras se espera en tal edad, etcétera, de las etapas del crecimiento infantil, a una definición de adultez, que pasa por la psicología y entra en el campo filosófico.


Por ello es probable que cada uno tenga su propia definición de lo que es un adulto, o el momento cuando se llega a la adultez, y las respuestas son tan variadas como incompletas. Por ejemplo: cuando cumples 18 años, cuando has formado una familia, cuando trabajas y te mantienes solo, cuando eres independiente, lo cual suena más interesante o cuando eres responsable, pero ¿qué es ser responsable?



Los autores Romans y Vilador ofrecen una definición amplia: “Una persona se podría considerar adulta cuando ha pasado por una serie de crecimientos indispensables para ser aceptada socialmente como tal, dentro del colectivo donde vive


Lo cierto es que cada uno tiene circunstancias y experiencias propias que marcan ritmos de crecimiento desiguales y pautas de desarrollo determinadas por múltiples factores de madurez biológica, psíquica, intelectual, profesional, afectiva, entre otros.


Actualmente, la sociedad evoluciona con gran rapidez y eso produce desequilibrios entre los grupos de diferente edad, ya que los cambios tecnológicos, económicos y culturales son muy rápidos y suscitan rompimiento de valores generacionales que dificultan el hecho de distinguir las etapas de madurez de cada generación.



Transición a la edad adulta temprana

Según el país donde nos encontremos y la sociedad que nos domine, la llegada a la adultez puede ser en varias edades, por ejemplo en México son considerados adultos a partir de los 18, mientras que en otros lados es hasta los 21 cuando empieza la edad adulta. Algunos científicos nos indican que el periodo entre los 18-19 años y 25-29 años es el de la adultez temprana.



Las definiciones sociológicas nos dicen que una persona es adulta cuando se sostiene por si misma o ha elegido una carrera, cuando se casa y ha formado una familia; ahora, en cambio, la psicología nos dice que una persona es adulta cuando ha descubierto su propia identidad, se ha logrado la independencia de los padres, se ha logrado un desarrollo en el sistema de valores y en el establecimiento de las relaciones. En sí ,en general,, hay tres criterios que pueden definir a la adultez, estos son:


1) Aceptar responsabilidades propias


2) Tomar decisiones independientes--------http://www.youtube.com/watch?v=1MjMVgXBgLk


3) Obtener la independencia financiera--------->http://www.youtube.com/watch?v=qfyFNrADoF8&feature=related


Al momento de entrar a la edad adulta, se tienen que empezar a dejar atrás la etapa de la adolescencia, para poder ir asumiendo nuevas tareas y responsabilidades que se tienen que ir enfrentando de manera exitosa para poder alcanzar la felicidad, pero en caso de que llegara a fracasar se produce la infelicidad y la desaprobación de la sociedad. El adulto joven tiene que poder dar a la vida un sentido más profundo y empezar a llenarla con un valor, se tiene que empezar a separar la realidad de el idealismo, es decir, se creen en las grandes ideas pero empezamos a dejar atrás el radicalismo de los años juveniles, si no se logra esto entonces tendremos a un adulto que es el eterno revolucionario.


Un adulto joven tiene que empezar a tomar decisiones, ya no tienen que ser influenciados ahora ellos tienen que influenciar, empiezan a trabajar, su pensamiento se vuelva abstracto y en lugar de recibir, empiezan a dar e intercambiar. La vida adulta está fuertemente influenciada por los acontecimientos sociales, cambios de roles y la realización de importantes tareas sociales; de todo esto van a surgir las tareas de desarrollo que se pueden definir como los cambios sociales que se tienen que lograr en los ámbitos profesionales y familiar para lograr un buen desarrollo, dichas tareas son:


1) Orientación: Síntesis realismo-idealismo: Esta tarea consiste en que empecemos a separar lo que nosotros quisiéramos y tomamos como ideal de lo que es real. Es decir, para un niño su ideal es que su papá nunca se va a morir, pero la realidad (la que tiene que asimilar el adulto) es que aunque él no quiera que su papá se muera, algún día va a tener que pasar. Aquí también se debe de evaluar su información y las consecuencias, el pensamiento se vuelve abstracto y se usa la inteligencia para la resolución de problemas.


Mancha 8
2) Familiar: Tercera individuación: En esta tarea se tiene que lograr la autosuficiencia para ya no depender de la familia, se debe lograr tener un pensamiento propio, capacidad de adaptación y se va a basar en la autosuficiencia física, laboral y económica.


3) Social: Relaciones íntimas: Está consiste en la capacidad de los individuos para poder cerrar los ciclos de la vida (por ejemplo el fin de una relación) , si no se logran vamos a tener la compulsión a la repetición y patrones repetitivos.


Si todo lo anterior se logra, podemos tener un adulto maduro y seguro de sí mismo, pero si no se logra, es probable que la persona no pueda madurar del todo y al final se convierta en un adulto inmaduro.

Madurez

No siempre la edad viene acompañada de madurez emocional porque muchos más de los que creemos siguen siendo sólo niños toda su vida.



Muy en el fondo todos somos un poco niños a la espera de la protección de los demás y nos cuesta sobremanera pararnos sobre nuestros propios pies y caminar sin muletas ocasionales.


Hacerse cargo de uno mismo, esa gran aventura que empieza en la adolescencia y termina con la muerte, es una cuestión que cuesta aceptar hasta que nos damos cuenta que siempre estamos solos en los momentos cruciales de nuestras existencias.


La madurez no es solo una etapa cronológica de la vida sino un estado mental, una actitud y la personalidad es como un abanico que se despliega y no necesariamente madura en forma integral. Esta etapa consiste en dejar de pensar en uno mismo y empezar a ver que hay personas que tienen un valor igual al mío.


La falta de aceptación del esquema corporal impide el paso al mundo adulto y todos sabemos los esfuerzos y sacrificios que hace la gente para parecerse a los ídolos del momento cualquiera sea su edad.


La coherencia interna es un elemento clave para definir a una persona madura, ya que pensar, decir y hacer lo mismo sin contradicciones eventuales y con convicción son condiciones que no pueden estar ausentes en ella.


Esa coincidencia entre el adentro y el afuera le permite protagonizar la vida sin apuntador sin necesidad de definirse nunca, porque una persona madura cambia y sólo se la puede definir en una lápida.


Y es también la que se responsabiliza y se compromete, respetando sus tendencias y teniendo en cuenta su medio y sus semejantes cuando se decide a tomar una decisión para insertarse en la sociedad.


Al llegar a la madurez, el ser humano, empieza a hacerse responsable de sus actos, ve que algunas de sus acciones pueden dañarlo y dañar a otros, también se da cuenta que es responsable de su propia vida y lo que haga ahora lo puede afectar en un futuro.


El adulto maduro valora su integridad pero no trata de imponerla a los demás, va a rechazar las quejas inútiles o los lloriqueos porque sabe que no le aportan nada, que es una pérdida de tiempo y de energía. Sabe afrontar cualquier problema con serenidad, porque sabe que el verdadero poder está únicamente en su mano. No intenta poner excusas fáciles que le permitan escabullirse de sus responsabilidades, no espera la ayuda de los demás, aunque si esta se produce sabe reconocerla y agradecerla.
Puede aceptar valorar cualquier pensamiento que se le presente. Cualquier actividad o percepción de esta vida es flexible, mutable, adaptable. No es rígido ni inflexible ni con los demás ni consigo mismo; está abierto a nuevas experiencias, a nuevas opiniones y todas son igualmente respetables por él, aunque unas las comparta y otras no.


También vive con benevolencia sus propios errores. Se permite un margen para no ser perfecto, para equivocarse, para rectificar, sabe que no es perfecto ni competente en todos los campos. Admite sus equivocaciones sin que esto le cause dolor.
El adulto maduro debe estar dispuesto al cambio, en el amplio sentido de la palabra. La realidad es cambiante y todo, incluidas las circunstancias personales de cada uno, son susceptibles de ser cambiadas.

Inmadurez

La inmadurez se va a dar cuando la persona va a presentar trastornos de adaptación, es contradictorio en su comportamiento, no percibe la realidad tal y como es, menos consiente, irresponsable y poco tolerante. Toda esto se da porque el individuo no ha podido realizar alguna de las tareas anteriormente mencionadas, o caso contrario no ha podido cerrar sus ciclos adecuadamente y tenga conflictos con su identidad (en caso de que este sea el problema, la persona puede presentar ansiedad que puede llevar a tener enfermedades mentales). Una cuestión muy interesante que se presenta en el adulto inmaduro es el “Síndrome de Peter Pan” el cual mencionaremos a continuación.




Síndrome de Peter Pan






El Síndrome de Peter Pan hace referencia a los adultos que continúan comportándose como niños o adolescentes y no son capaces de tomar la responsabilidad de sus actos. Serían personas que se niegan a crecer presentando una marcada inmadurez emocional matizada por una fuerte inseguridad y un gran temor a no ser queridos y aceptados.

Aunque los adultos han llegado a la treintena o incluso rondan la cuarentena de años continúan comportándose como niños pequeños. Usualmente estas personas parecen ser seguras de si mismas e incluso arrogantes; sin embargo, esto es solo una coraza para ocultar sus verdaderas inseguridades e indecisiones.


Estas personas se esconden detrás de excusas o mentiras en aras de disimular su incapacidad para crecer; suelen hablar de fantásticos proyectos, negocios increíbles, grandes aventuras amorosas… Estas fantasías (mayormente imposibles de cumplir) les permiten eludir sus responsabilidades y poder culpabilizar a los otros de las cosas negativas que les ocurren. Otros de sus síntomas son:


- Se siente altamente seducido por la juventud, etapa que suele tener idealizada intentando negar su madurez.


- Miedo a la soledad.


- Altamente inseguro y con baja autoestima.


- Su actitud se centra en recibir, pedir y criticar pero no se molesta en dar o hacer. Esto hace que viva centrado en sí mismo y en sus problemáticas sin preocuparse demasiado por lo que le sucede a las personas a su alrededor.


- Considera que el compromiso es un obstáculo para su libertad.


- No adopta la responsabilidad por sus actos mientras que los otros deben hacerlo por él.


- Se siente permanentemente insatisfecho con lo que tiene pero no toma iniciativas para intentar solucionar su situación. En palabras sencillas diríamos que es una persona que lo quiere todo pero no desea esforzarse para lograrlo.


Estas personas van a necesitar a su lado a otra persona que satisfaga sus necesidades; muchas veces este rol es encarnado por los progenitores, un hermano mayor o la pareja. Vale aclarar que este Síndrome es más frecuente entre los hombres y generalmente las personas desconocen que lo padecen hasta que alguna situación crítica les hace revalorar su forma de comportarse y enfrentar el mundo. Estas personas se sienten incomprendidas y, como culpan a los demás de todo lo que les sucede, resulta particularmente difícil que concienticen su problemática.


Como podemos observar este síndrome de Peter Pan presenta todas las características de un adulto inmaduro, ya que un individua así no se acepta tal cual es y tiene mucho miedo a envejecer es decir, su autoimagen es falsa.